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Bangladesh: Convertir el agua alta en cosecha
En Ramnathpur, una zona propensa a las inundaciones, la financiación a pequeña escala convirtió una catástrofe recurrente en una innovación local. Los semilleros flotantes, introducidos por la Escuela de Campo sobre el Clima de AOSED, permitieron a los agricultores proteger sus cultivos de arroz de las inundaciones monzónicas, preservando los rendimientos, reduciendo la deuda y aumentando la resiliencia a largo plazo.
ORGANIZACIÓN
Organización para el Desarrollo Socioeconómico (AOSED)
UBICACIÓN
Ramnathpur, Haridhali Union, Paikgacha, Khulna, Bangladesh
El reto: inundaciones que detienen la temporada
Cada monzón en Ramnathpur, la producción de arroz se paralizaba antes de empezar. Los campos permanecían sumergidos durante semanas, lo que hacía imposible preparar los semilleros de arroz. Sin plántulas, el trasplante se retrasaba, lo que provocaba malas cosechas, costes adicionales y meses de incertidumbre.
Estas previsibles "catástrofes cotidianas" erosionaban cada año los medios de subsistencia. Los agricultores sabían lo que tenían que hacer, pero carecían de medios para actuar de otro modo. Sin recursos para adaptarse, permanecían atrapados en un costoso ciclo de pérdida de semillas, deudas y períodos de siembra perdidos.
La solución: semilleros que flotan
La Escuela de Campo sobre el Clima de la AOSED introdujo una sencilla innovación, apoyada por una ayuda financiera específica: hacer flotar el semillero. La inversión cubrió los materiales básicos: troncos de plátano y cuerda para balsas flotantes, esteras o forros para sujetar la tierra y las semillas, postes de anclaje para canales o estanques y pequeñas cantidades de semillas de calidad.
Con la orientación de los facilitadores, los agricultores construyeron balsas que subían y bajaban con el agua de la inundación. Las semillas se sembraban en el lecho flotante en lugar de en el suelo ahogado, y la mayor parte de los cuidados podían hacerse con seguridad desde la orilla. El método sólo utilizaba materiales locales y conocimientos tradicionales, y las variedades de arroz tolerantes a la salinidad garantizaban la viabilidad de los cultivos en condiciones costeras.
Impacto: prevenir las pérdidas antes de que empiecen
El primer ciclo de plantación demostró que la pequeña financiación marcaba una gran diferencia. Las semillas ya no se lavaban, los plantones estaban listos a tiempo y el trasplante se realizaba en cuanto se retiraban las aguas. Los agricultores evitaron repetir compras, préstamos de emergencia y días de trabajo perdidos.
Los materiales reutilizables, como los postes de anclaje, redujeron los costes futuros, mientras que las nuevas habilidades permanecieron en la comunidad. Mientras los semilleros convencionales yacían bajo el agua, los flotantes producían plántulas sanas, lo que animaba a otros hogares a reproducir el modelo. Una sencilla lista de control de una página en bengalí permite ahora a cualquier agricultor construir y gestionar su propio lecho flotante.
Un modelo para la financiación local de riesgos
La experiencia de Ramnathpur muestra cómo pequeñas inversiones bien situadas pueden evitar pérdidas repetidas. Al trasladar la fase más vulnerable del ciclo del arroz del suelo al agua, el planteamiento de AOSED salvaguardó el calendario, redujo la deuda y reforzó la seguridad alimentaria.
Esta es la financiación del riesgo de catástrofes en acción: asequible, dirigida localmente y orientada con precisión a detener las catástrofes cotidianas antes de que empiecen.
En este Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, GNDR hace un llamamiento a los gobiernos, los donantes, el sector privado y las instituciones financieras para que den prioridad a la financiación de la resiliencia, y no sólo a la financiación de los desastres cuando ocurren.
Todas las fotos: AOSED