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Madagascar: Anticiparse a la sequía para proteger a las comunidades
El proyecto de SAF/FJKM demuestra que la financiación anticipada y los protocolos dirigidos por la comunidad permiten responder de forma proactiva a la sequía, reducir las pérdidas y arraigar una cultura de preparación en el sur de Madagascar.
ORGANIZACIÓN
SAF/FJKM
LOCALIZACIÓN
Región de Atsimo Andrefana, distritos de Sakaraha y Toliara II, Madagascar
En el sur de Madagascar, las sequías recurrentes socavan los medios de subsistencia y agravan la inseguridad alimentaria. La ayuda humanitaria suele llegar cuando ya se han producido pérdidas. El proyecto WeltHungerHilfe Anticipatory Humanitarian Action Facility (WAHAFA) introdujo un enfoque proactivo, utilizando previsiones climáticas y sistemas de alerta temprana para actuar antes de que se produzcan las crisis.
Un protocolo participativo
Con un presupuesto de 82.800 euros (gastado en un 85%), el proyecto elaboró un Protocolo de Acción Temprana (PAT) contra la sequía. Más de 30 talleres comunitarios en Sakaraha y Toliara II contaron con la participación de la población local, las autoridades municipales, los servicios descentralizados y la BNGRC. En los debates participaron mujeres, jóvenes y otros grupos vulnerables.
Los talleres permitieron a las partes interesadas:
- Analizar los riesgos y vulnerabilidades con las comunidades locales
- Definir funciones y responsabilidades para dar respuestas rápidas y coordinadas
- Incluir a los grupos marginados en la planificación y la toma de decisiones
- Realizar un ejercicio de simulación para poner a prueba el protocolo y reforzar la capacidad local.
Resultados concretos
Entre sus principales logros figuran:
- Redacción, puesta en común y validación del protocolo de anticipación con las partes interesadas.
- Identificación de tres sistemas operativos de vigilancia del clima (WRSI, IPC, previsiones estacionales) para definir los umbrales de activación.
- Establecimiento de un sistema participativo de seguimiento, evaluación y aprendizaje con sesiones de retroalimentación y capitalización.
- Clarificación de las funciones de los agentes locales, evitando duplicaciones y permitiendo una respuesta rápida.
Estos resultados marcan el paso de una ayuda reactiva a una cultura de anticipación, dotando a las comunidades y autoridades locales de herramientas para planificar, prepararse y actuar antes de que las sequías pongan en peligro los medios de subsistencia.
Retos y lecciones aprendidas
La introducción de la anticipación planteó dificultades: muchas partes interesadas estaban acostumbradas a solicitar ayuda sólo después de que se produjeran las crisis. La sensibilización y los ejercicios prácticos fueron cruciales para superar esta mentalidad. A pesar de estos obstáculos, la movilización de los servicios públicos regionales y la participación activa de la comunidad permitieron al proyecto cumplir sus objetivos.
Hacia la sostenibilidad
Después del proyecto, las comunidades formaron asociaciones locales (agricultores, aldeanos, etc.) para continuar con las prácticas proactivas. Los representantes formados actúan ahora como intermediarios para difundir una cultura de prevención y preparación.
Como dijo un cargo electo local durante un taller:
"Prevenir cuesta menos que reparar. Este protocolo debe seguir siendo una herramienta permanente para nuestros municipios."
En este Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, GNDR hace un llamamiento a los gobiernos, los donantes, el sector privado y las instituciones financieras para que den prioridad a la financiación de la resiliencia, y no sólo a la financiación de los desastres cuando ocurren.
Todas las fotos: SAF/FJKM