Resumen

Somos una red mundial de organizaciones de la sociedad civil de 129 países. Trabajamos juntos para evitar que riesgos como inundaciones, sequías, terremotos y enfermedades infecciosas se conviertan en catástrofes en las que la gente pierda la vida, sus ingresos y sus bienes.

Para ello, las comunidades deben ser capaces de asegurar los recursos, el poder y las capacidades que necesitan para adaptarse a los posibles peligros y reducir los riesgos a los que se enfrentan.

Escuchamos a las comunidades más amenazadas, reforzamos la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil y abogamos por un desarrollo y una localización que tengan en cuenta los riesgos.

Escuchar a las comunidades de riesgo

Las personas más expuestas a las catástrofes suelen ser las más pobres, las que viven en los lugares más vulnerables y casi siempre están excluidas de las estructuras políticas, sociales y económicas que deberían existir para apoyarlas. La única manera de que esto cambie es que se escuche a las comunidades, que participen en las decisiones sobre el uso de los recursos y que tengan la capacidad de cambiar su situación. Y no sólo a nivel local: las experiencias de las comunidades más amenazadas deben influir en las decisiones nacionales e internacionales.

Nuestros miembros son ONG, organizaciones benéficas, grupos comunitarios y organizaciones sin ánimo de lucro, en su mayoría del sur del mundo, que a menudo trabajan directamente con sus comunidades locales. Nuestro trabajo de colaboración tiene como objetivo apoyar a las comunidades en riesgo para que puedan liderar los cambios por sí mismas. Para que puedan participar en los procesos de toma de decisiones, acceder a los recursos, proteger su entorno y reducir la amenaza de perder sus vidas, sus hogares y sus empleos a causa de otra catástrofe.

Reforzar la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil

A nivel local, el papel de las organizaciones de la sociedad civil es convocar a las partes interesadas -comunidades, autoridades locales, sector privado y otros- para que las decisiones de desarrollo tengan en cuenta las perspectivas de las comunidades más amenazadas. A nivel nacional, las organizaciones de la sociedad civil colaboran para influir en las políticas y prácticas.

Nuestro trabajo de refuerzo de la capacidad desarrolla las aptitudes y la experiencia individual y de colaboración de las organizaciones de la sociedad civil para desempeñar esta función. Para ello, ofrecemos a las organizaciones miembros la oportunidad de poner en marcha en su país proyectos de desarrollo basados en el riesgo y de participar en iniciativas de fortalecimiento de capacidades.

Las organizaciones de la sociedad civil se benefician más de la colaboración que de la competencia. Por eso trabajamos para que tengan las habilidades y capacidades necesarias para trabajar juntas y crear asociaciones.

Por ejemplo, nuestro Visión de Primera Línea programa es aplicado por 230 organizaciones miembros y asociadas que trabajan con más de 700 comunidades de riesgo en todo el mundo.

Como parte de nuestros programas, a menudo producimos nuevos recursos, investigaciones, conjuntos de herramientas y documentos políticos que están a disposición del público para que las organizaciones de la sociedad civil los utilicen en su trabajo.

Abogar por un desarrollo y una localización que tengan en cuenta los riesgos

Como red mundial de organizaciones de la sociedad civil, abogamos en colaboración por un desarrollo basado en el riesgo.

Esto significa dar prioridad a los riesgos a los que se enfrentan las comunidades que viven en las situaciones más vulnerables. Los gobiernos, el sector privado, las instituciones y los agentes locales deben tener en cuenta los riesgos a los que se enfrentan las comunidades a la hora de diseñar y ejecutar planes y acciones de desarrollo.

La localización es esencial para garantizar que el desarrollo se base en los riesgos. El desarrollo sostenible no puede lograrse sin el liderazgo a nivel local. La localización significa garantizar que las comunidades, las organizaciones y las autoridades locales tengan las capacidades y los recursos para decidir cómo fortalecer su propia resiliencia.

Las organizaciones miembros de GNDR forman parte de un movimiento global a favor de la localización, con la ambición de dar la vuelta al tradicional pensamiento global jerárquico.

El papel de la secretaría de GNDR es ayudar a llevar las recomendaciones políticas locales y nacionales -llevadas a cabo por nuestros miembros- a la conversación global con las agencias internacionales y los gobiernos. La secretaría vincula y conecta a las organizaciones miembros, y coordina la defensa de intereses en colaboración a nivel mundial. También representa a la red publicando y compartiendo las posiciones políticas de los miembros y los mensajes de promoción en línea con nuestra estrategia.