Este llamamiento a la acción ha sido elaborado conjuntamente con miembros de GNDR de todo el mundo. Somos la mayor red internacional de organizaciones de la sociedad civil que trabajan juntas para fortalecer la resiliencia de las comunidades más expuestas a los desastres.
La COP27 es un hito importante en las negociaciones del Acuerdo de París. Esta COP tiene lugar en Egipto, un país clave en las negociaciones sobre el cambio climático, por lo que es aún más esencial que defendamos la voz local, la experiencia y las recomendaciones de nuestros miembros de todo el mundo, que trabajan en la primera línea del riesgo climático. Además, los próximos 12 meses marcan el punto medio de los marcos más amplios de la Agenda 2030 y esta COP27 es un hito importante para reflexionar sobre el progreso que está haciendo la comunidad internacional en el Acuerdo de París.
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Antecedentes y perspectivas de los que están en primera línea
GNDR reconoce que el cambio climático es una crisis provocada por el hombre, creada en gran medida por acciones realizadas en el norte global. Los miembros de GNDR describen el cambio climático como un gran factor de riesgo. Las personas que viven en primera línea de riesgo han documentado, evidenciado y destacado el impacto catastrófico que el cambio climático está teniendo en todo el mundo y de forma desproporcionada en el sur global. Nuestro proyecto insignia, Visión de Primera Línea , ha señalado que los miembros de GNDR informan de un aumento continuo de los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, sequías, tormentas, cambios en los patrones meteorológicos, olas de calor, incendios forestales, desertificación y degradación del suelo y los bosques.
Las repercusiones secundarias de los fenómenos climáticos extremos, como la inseguridad alimentaria, la pobreza y el aumento de las tensiones y los conflictos por los recursos naturales, demuestran claramente la naturaleza en cascada e interconectada del riesgo climático. El cambio climático, combinado con el impacto actual de Covid-19, el aumento de los precios de la energía y los alimentos y el conflicto en Ucrania y en algunos países africanos, están empujando a los que están en primera línea de riesgo a estados de vulnerabilidad significativamente mayores.
En la práctica, esto significa que las soluciones climáticas deben tener en cuenta las vulnerabilidades que el cambio climático ha desencadenado y sus impactos en las comunidades de primera línea. Esto es posible cuando los actores de la RRD y el cambio climático y las comunidades locales se reúnen y planifican juntos soluciones integradas.
GNDR tiene un papel específico en las negociaciones de la COP27. Nuestro objetivo es aportar al contexto del cambio climático la experiencia de nuestros miembros de todo el mundo en materia de riesgos. Con esto, apoyamos a nuestros colegas de CAN International para defender las demandas de la sociedad civil sobre el cambio climático. En este sentido, consideramos que nuestra contribución estratégica a los debates consiste en vincular las negociaciones sobre el cambio climático a las políticas y planes de reducción de riesgos a todos los niveles, y ser propositivos a la hora de esbozar cómo las negociaciones sobre el clima pueden y deben tener en cuenta los riesgos.
GNDR defiende la localización, promueve el desarrollo con conocimiento de los riesgos y garantiza que las sociedades civiles trabajen juntas para asegurar que la toma de decisiones a nivel mundial sea impulsada por la sociedad. Para la COP27, nuestras principales áreas de influencia política se dirigen a los debates sobre pérdidas y daños, financiación y adaptación. También pretendemos defender la importancia de la inclusión de las mujeres y los jóvenes en la toma de decisiones.
Recomendaciones: llamada a la acción
A principios de 2022, GNDR preguntó a los miembros del sur global qué creen que debe ser prioritario si queremos alcanzar los objetivos de la agenda 2030. Las principales recomendaciones recurrentes de nuestros miembros constituyeron este llamamiento a la acción de GNDR. Este documento político pretende contextualizar los puntos de nuestro llamamiento a la acción específicamente en el contexto del cambio climático. En él, pretendemos contribuir a las negociaciones sobre el cambio climático aportando una perspectiva de transformación de género y de información sobre el riesgo a la toma de decisiones sobre adaptación y pérdidas y daños. Por lo tanto, pedimos a los Estados miembros que defiendan los siguientes 10 mensajes de acción en sus negociaciones de la COP27. También hacemos un llamamiento a todas las partes interesadas para que defiendan activamente las pruebas e incluyan estos mensajes en todas las influencias, negociaciones políticas y acciones relacionadas con el cambio climático.
1. Escuchar y comprometerse eficazmente con las comunidades en primera línea del riesgo climático
Es esencial que quienes viven en la primera línea de riesgo, a nivel local, sean incluidos de manera significativa en la toma de decisiones sobre la adaptación al cambio climático y las pérdidas y daños a todos los niveles. En este caso, la experiencia, las pruebas y los conocimientos locales son esenciales para una política y una acción basadas en el riesgo. Por lo tanto, la delegación nacional debería integrar las acciones de los actores locales y sus opiniones/voces facilitando su participación en los debates sobre el clima. Esto servirá también como punto de entrada para la integración de los sistemas de conocimiento locales e indígenas en el debate global sobre el clima.
2. Invertir a nivel local
La financiación de la adaptación y de las pérdidas y daños debe canalizarse a través de las estructuras y políticas nacionales existentes, como las políticas nacionales de gestión del riesgo de desastres, los planes nacionales de adaptación y la contribución determinada a nivel nacional (NDC). Sin embargo, la financiación pública y privada en torno a esta legislación debe dirigirse al ámbito local. La toma de decisiones sobre cómo se gasta esta financiación debe ser impulsada desde el nivel local y estar guiada por el conocimiento y la experiencia local de aquellos que están en primera línea del riesgo climático. Estos fondos deben integrar claramente tanto las necesidades humanitarias como la gestión de los riesgos de catástrofe.
3. Capacitar a la sociedad civil para reforzar las acciones climáticas efectivas sobre el terreno
Las organizaciones de la sociedad civil tienen un importante papel que desempeñar en la coordinación eficaz de las acciones de adaptación y de pérdidas y daños. La sociedad civil debe ser incluida de forma significativa en las negociaciones, la toma de decisiones y la aplicación a todos los niveles, y trabajar conjuntamente para coordinar una política y una acción eficaces basadas en el riesgo. Las organizaciones de la sociedad civil deben recibir apoyo financiero para empoderar a las comunidades locales en el proceso de cambio de poder y desarrollo de capacidades. Además, la CMNUCC y los países anfitriones deberían colaborar para establecer condiciones favorables y tangibles para la participación de las OSC, especialmente las de los países en desarrollo.
4. Crear un espacio para que las mujeres líderes participen significativamente en la toma de decisiones sobre el cambio climático a todos los niveles
GNDR reconoce que las mujeres suelen ser las más afectadas por los impactos del cambio climático en cascada. Sin embargo, las mujeres también tienen los conocimientos locales y las capacidades necesarias para adaptarse eficazmente a los riesgos del cambio climático. Las mujeres deben participar de forma significativa en la toma de decisiones sobre las acciones relacionadas con el cambio climático y abogar por la justicia climática a todos los niveles.
5. Reforzar la reducción del riesgo climático y la adaptación en los Estados afectados por conflictos
Los miembros de GNDR informan de que la creciente presión sobre los recursos naturales está exacerbando las tensiones y los conflictos en los Estados frágiles. La gobernanza de la reducción del riesgo suele pasarse por alto y no se le da prioridad en los Estados frágiles y afectados por conflictos. Por lo tanto, la comunidad mundial debe trabajar conjuntamente para reforzar la gobernanza basada en los riesgos climáticos en los Estados frágiles como elemento fundamental para la construcción de la paz y la estabilidad.
6. Involucrar de manera significativa a los jóvenes en la toma de decisiones sobre pérdidas y daños y adaptación
Los jóvenes tienen los conocimientos, las capacidades y la innovación necesarios para afrontar de forma significativa la crisis climática, reforzar los esfuerzos de adaptación y traducir las negociaciones sobre pérdidas y daños en acciones prácticas. Son los más expuestos y su futuro está muy amenazado por los fenómenos climáticos peligrosos. Es esencial que los Estados miembros trabajen con los jóvenes y los incorporen a la toma de decisiones a todos los niveles.
7. Aprender de Covid-19 y de las debilidades en la gobernanza del riesgo que la pandemia demostró; aplicar este aprendizaje para fortalecer la reducción del riesgo climático y la gobernanza
La pandemia de Covid-19 puso de manifiesto los puntos débiles de la gobernanza del riesgo en todo el mundo. Hay que invertir en el aprendizaje de estos fracasos y aplicar las lecciones aprendidas a la crisis climática para garantizar un progreso sostenible y significativo en las acciones de adaptación y de pérdidas y daños. Este aprendizaje debería integrar y mezclar el conocimiento indígena y la ciencia contemporánea en todas las acciones climáticas.
8. Promover la inclusión en todos los niveles de la toma de decisiones sobre el cambio climático
La integración significativa en todos los niveles de toma de decisiones sobre el cambio climático, incluidos los menos visibles, los menos escuchados y los más vulnerables, es esencial para garantizar que nadie se quede atrás en la lucha contra la crisis climática. Las soluciones climáticas deben ser consideradas por todas las sociedades y deben ser informadas por cualquier capital social. Por lo tanto, es importante ampliar el debate sobre el clima a todas las comunidades, incluidas las mujeres, los jóvenes, las personas con discapacidad, etc.
9. Los países deben integrar eficazmente la planificación del uso del suelo en la reducción del riesgo de desastres, la adaptación al clima y las pérdidas y daños
Hacer frente al cambio climático no sólo implica gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también minimizar los riesgos derivados de los peligros naturales mediante la mitigación y la adaptación, y una planificación del uso del suelo bien estructurada y elaborada. La planificación del uso del suelo desempeña un papel fundamental en la reducción de los riesgos actuales y futuros de la comunidad asociados al cambio climático, especialmente al mejorar la prevención y la preparación y/o facilitar la respuesta y la recuperación en una comunidad. La gestión responsable del medio ambiente y sus recursos, así como un desarrollo flexible y receptivo, reducirán los riesgos climáticos.
10. Establecer y aplicar soluciones basadas en la naturaleza centradas en la comunidad, infraestructuras basadas en la naturaleza y adaptación basada en los ecosistemas
Las NBS son acciones para proteger, gestionar de forma sostenible o restaurar los ecosistemas naturales que abordan los retos de la sociedad -como el cambio climático, la salud humana, la seguridad alimentaria y del agua y la reducción del riesgo de catástrofes- de forma eficaz y adaptativa, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad.
Las soluciones basadas en la naturaleza, como los tejados verdes, los jardines de lluvia o los humedales construidos, pueden minimizar la escorrentía perjudicial absorbiendo las aguas pluviales, reduciendo el riesgo de inundaciones y salvaguardando los ecosistemas de agua dulce. Las NBS/NBI pueden contribuir a la reducción del riesgo de catástrofes, a la construcción de ciudades resilientes, a la mejora de la gestión del agua y a la seguridad alimentaria a largo plazo.
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