OPINIONES DESDE LA PRIMERA LÍNEA

Reflexiones y conclusiones

100.000 Percepciones de riesgo - Informe de recomendaciones globales

Una clara coincidencia es la importancia del liderazgo local como solución clave al problema del compromiso comunitario. Pero algunos también sugirieron dar un paso más y centrarse en un compromiso de la comunidad que se base en el liderazgo local, pero que también vaya más allá. En algunos casos, el compromiso de los líderes locales no se traduce automáticamente en el compromiso de la comunidad en general: la información puede pasar lentamente de los líderes locales a los distintos grupos comunitarios, y las aportaciones a los planes y políticas de los líderes locales pueden pasar por alto las prioridades de algunos grupos sociales. Se recomendó hacer hincapié en el liderazgo de las mujeres a nivel local.

Otra tendencia común identificada por los encuestados fue la debilidad de los sistemas de gobernanza. La pandemia de Covid-19 ha puesto la gobernanza en el primer plano del discurso sobre la resiliencia y ha sido un elemento clave para la recuperación y la reconstrucción de mejores planes para muchos países (CEPAL, 2020; Luis Burón B. 2020). Las políticas de resiliencia no están actualizadas en muchos países, a pesar de la presencia de buenos estímulos y orientaciones para la revisión de políticas (1). Es necesario hacer más esfuerzos para garantizar que las estructuras de gobernanza del riesgo de desastres se revisen y mejoren, para reflejar mejor la naturaleza sistémica del riesgo y la necesidad de una mayor integración de lo local a lo nacional. Aunque en algunos países los sistemas de gobernanza están descentralizados, estos sistemas suelen carecer de las capacidades y los recursos humanos y financieros necesarios.

El aumento de la presión internacional y de la asignación de fondos para la creación de resiliencia ayudaría a crear el impulso necesario para el cambio de políticas: la combinación de estos dos elementos puede verse en el ámbito del cambio climático, donde los gobiernos se han comprometido a revisar y actualizar las políticas de adaptación y mitigación del cambio climático para poder acceder a los recursos de los mecanismos de financiación internacionales (CMNUCC, 2021). 

Sin embargo, es importante señalar que la presión internacional y las condiciones impuestas a la financiación corren el riesgo de reforzar un enfoque único de la gobernanza. Esto debe ser considerado con cautela y deben concebirse mecanismos que fortalezcan los sistemas de gobernanza y que, al mismo tiempo, tengan en cuenta los contextos únicos y las estructuras nacionales existentes.

El aumento de la presión internacional debe ir acompañado de un compromiso político en torno a la resiliencia a nivel nacional. Esto debe incluir políticas, planes y presupuestos que lleguen al nivel local y no dejen a nadie atrás. Una recomendación emergente para las organizaciones nacionales e internacionales de la sociedad civil es redoblar sus esfuerzos para sensibilizar y movilizar a los ciudadanos para que exijan más acciones a sus gobiernos. La defensa y la movilización de los ciudadanos son motores clave del cambio: se dieron ejemplos en relación con la introducción del cambio climático en la agenda política; la creciente atención sobre los derechos humanos y las cuestiones de transparencia en todo el mundo; así como las experiencias anteriores de conseguir que la atención de los responsables de la toma de decisiones se centre en las cuestiones de RRD/M en determinados países.

También se destacó como recomendación emergente el aprovechamiento de la naturaleza neutral del desarrollo de la resiliencia. Varios entrevistados reconocieron el valor de que la resiliencia no sea una cuestión politizada, e identificaron esto como una oportunidad para mejorar el compromiso de la sociedad civil con los gobiernos nacionales. Muchos consideran que la resiliencia es un área en la que el gobierno y la sociedad civil pueden colaborar, lo que puede dar lugar a un mayor entendimiento y confianza mutuos. Esto está relacionado con la creencia de que los efectos indirectos de esta mejor relación pueden aprovecharse como puntos de entrada para la colaboración en cuestiones más politizadas.

En general, estas recomendaciones se basan en el elemento subyacente de la confianza y el diálogo entre un gobierno y sus comunidades. La identificación de enfoques destinados a fomentar la confianza y el diálogo debe estar en el centro de todos nuestros esfuerzos para fortalecer las políticas de resiliencia a nivel local y nacional.

Por último, es importante señalar que las conclusiones globales y las recomendaciones prácticas se han desarrollado conjuntamente con los actores locales, los que están en primera línea de riesgo y los expertos. La estrategia de GNDR defiende las voces locales, las experiencias vividas y las recomendaciones de quienes están en primera línea de riesgo. Estas prioridades guían nuestros mensajes de promoción en este importante momento de balance de los marcos de la Agenda 2030, a través del Marco de Sendai, los ODS y el Acuerdo de París. Instamos a todas las partes interesadas a que apoyen a GNDR para llevar estos mensajes a las Plataformas Globales y Regionales para la RRD, al Foro Político de Alto Nivel en 2022 y 2023, a la COP 27 y a la COP 28, y a la Asamblea General de la ONU en 2022 y 2023.

Notas a pie de página

  1. En primer lugar, el Objetivo E del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres

Proyecto financiado por

Unión Europea

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Fotos

Arriba: Crisis alimentaria en el Sahel, Mauritania, por Oxfam Internacional en Flickr.

Arriba: Foto de Erik Hathaway en Unsplash.