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COP 28: Únete a nuestro llamamiento a la acción

Por el grupo de trabajo sobre el clima
15 de noviembre de 2023

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15 de noviembre de 2023, Dubai, Emiratos Árabes Unidos - La COP28 marca el hito más importante en las negociaciones del Acuerdo de París hasta la fecha. Con el Balance Mundial de la COP28, tras la Revisión Intermedia del Marco de Sendai y la Agenda 2030 más amplia, es evidente que queda mucho trabajo por hacer para alcanzar los objetivos mundiales. Las temperaturas mundiales, el nivel del mar y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos siguen aumentando, con una presión cada vez mayor sobre los recursos naturales y financieros que contribuye a la pérdida de vidas, medios de subsistencia, conflictos, desplazamientos y mucho más. Mientras tanto, las comunidades locales en primera línea del cambio climático, especialmente las del sur global, siguen pagando la mayor parte de los costes, y de forma desproporcionada. Los negociadores de la COP27 en Sharm El Sheikh establecieron un acuerdo histórico para crear un fondo de pérdidas y daños y un mecanismo de financiación que permita a los países vulnerables responder y recuperarse de los impactos climáticos. A medida que nos acercamos a la COP28 y las negociaciones se estancan, aumenta la presión para poner en marcha el fondo y el mecanismo, al tiempo que se garantizan unos resultados significativos en materia de pérdidas y daños para aquellos que se encuentran en primera línea. Al mismo tiempo, nuestros miembros siguen defendiendo temas conocidos y recurrentes, como la localización, la financiación, la inclusión y la necesidad de redoblar los esfuerzos en situaciones de fragilidad y conflicto. 

Este llamamiento a la acción se ha elaborado conjuntamente con miembros de GNDR de todo el mundo. Se basa en los resultados de las encuestas realizadas a los miembros, las aportaciones del Grupo de Trabajo sobre el Clima de GNDR, las posiciones políticas y las consultas con los miembros. Con más de 1.800 miembros en 130 países, GNDR es la mayor red internacional de organizaciones de la sociedad civil que trabajan juntas para fortalecer la resiliencia de las comunidades más expuestas al riesgo de desastres. Como tal, hacemos un llamamiento conjunto a los negociadores del clima y a los responsables políticos en materia de desarrollo, respuesta humanitaria y reducción del riesgo de desastres para que: 

1. Escuchar y comprometerse con las comunidades en primera línea de la crisis climática

La participación de las comunidades locales en los procesos de toma de decisiones es esencial. A medida que las delegaciones nacionales avanzan hacia la COP28 de la CMNUCC, les instamos a que garanticen que las opiniones de sus electores locales no sólo se tienen en cuenta, sino que se actúa en consecuencia y se les representa de forma efectiva en las negociaciones. Nuestra investigación sigue mostrando que el 84% de los actores locales -organizaciones de la sociedad civil, gobiernos locales y miembros de la comunidad- no están incluidos en la evaluación de las amenazas, la preparación de políticas y planes, ni en la adopción de medidas para reducir las amenazas. Además, los esfuerzos para evitar, minimizar y hacer frente a los impactos de los desastres inducidos por el clima que implican el conocimiento y las prácticas locales son demostrablemente más eficaces en la producción e implementación de estrategias nacionales y globales adaptativas que aquellos que no lo hacen. GNDR y sus miembros insisten en que los negociadores y los responsables políticos escuchen a los que están en primera línea y se comprometan con ellos, al tiempo que representan sus puntos de vista en la COP28.

2. Aumentar el compromiso de la sociedad civil para reforzar las acciones climáticas efectivas a escala local y mundial.

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) deben participar de forma significativa en las negociaciones, la toma de decisiones y la aplicación a todos los niveles, y colaborar para coordinar políticas y acciones eficaces basadas en los riesgos. Las OSC deben beneficiarse de inversiones que empoderen a las comunidades locales en procesos de cambio de poder y desarrollo de capacidades. Además, la CMNUCC y los países anfitriones de la COP deberían colaborar para establecer condiciones favorables y tangibles para la participación de las OSC en las contribuciones de las delegaciones nacionales a las negociaciones sobre el clima. En este sentido, a GNDR le preocupan los informes de nuestros miembros según los cuales la asignación de insignias de la sociedad civil para la asistencia en persona a la COP28 ha disminuido significativamente en comparación con la COP27. La asistencia virtual no sustituye a la asistencia presencial, especialmente para las OSC del sur global, cuyas voces necesitan ser escuchadas y cuyos representantes necesitan relacionarse con sus homólogos en los espacios políticos globales. Sólo a través de este compromiso podremos lograr una acción significativa y eficaz sobre la adaptación al cambio climático a nivel mundial.

3. Aumentar la asignación de recursos financieros a nivel local 

La financiación -el factor esencial para acelerar la acción por el clima- debe llegar a las comunidades locales, que deben ser el centro de la toma de decisiones sobre cómo se gasta. Es esencial asignar recursos suficientes para mejorar la capacidad de las comunidades de adaptarse al cambio climático y aumentar su resiliencia, y hacerlo de forma transparente. Debemos movilizar recursos en apoyo de la acción por el clima, especialmente en los países en desarrollo, para colmar el déficit de financiación, garantizando al mismo tiempo un acceso equitativo y evitando la burocracia indebida. Esto incluye invertir en infraestructuras resilientes al clima, promover prácticas agrícolas resilientes, garantizar el acceso al agua potable, proporcionar apoyo a través de redes de seguridad social, facilitar la acción anticipatoria y la liberación oportuna de la financiación preacordada, asumir compromisos significativos sobre pérdidas y daños, y mucho más. Y lo que es más importante, los miembros de GNDR instan a los responsables políticos a que revisen y amplíen radicalmente sus compromisos en el marco del Gran Acuerdo, especialmente en lo que respecta a la financiación de calidad y el traspaso de poderes. 

4. Promover la inclusión desde el nivel local al global en la toma de decisiones sobre el cambio climático.

La inclusión significativa en todos los niveles de toma de decisiones sobre el cambio climático implica adoptar un enfoque de "toda la sociedad" e incluir a aquellos menos visibles, menos escuchados y más vulnerables para garantizar que nadie se quede atrás a la hora de abordar la crisis climática. GNDR y sus miembros reiteran sus llamamientos anteriores para crear y mejorar espacios de participación significativa en los procesos de toma de decisiones para las mujeres, los jóvenes, los ancianos, los pueblos indígenas, las personas con discapacidad, las poblaciones migrantes y desplazadas y otras comunidades a menudo marginadas. Los efectos del cambio climático afectan de manera desproporcionada a los grupos marginados y profundizan las desigualdades existentes. Un enfoque centrado en la equidad garantiza que el acceso a las necesidades de todos esté asegurado y que los recursos se repartan de forma justa para asegurar la viabilidad del planeta para las generaciones futuras. Nuestros miembros reclaman una mayor inclusión.

5. Integrar en la planificación nacional y en la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) un desarrollo que tenga en cuenta los riesgos climáticos y de catástrofes.

Invertir en la adaptación al cambio climático y la reducción de catástrofes no es sólo un imperativo ético, sino la opción económica más inteligente y la mejor manera de invertir en seguridad para todos. El reciente colapso de las presas en Libia y la consiguiente pérdida de vidas, medios de subsistencia e infraestructuras es un ejemplo muy visible y trágico de la importancia de un desarrollo que tenga en cuenta los riesgos. A medida que las catástrofes inducidas por el clima se hacen cada vez más frecuentes, es imperativo que los responsables de la planificación nacional y de las políticas internacionales de desarrollo refuercen las infraestructuras críticas existentes, planifiquen para el futuro y apoyen infraestructuras e industrias resilientes a prueba de futuro para nuestras vidas, medios de subsistencia, sociedades y economías. El apoyo a los esfuerzos de reducción del riesgo de catástrofes, un mayor énfasis en las acciones anticipatorias y el establecimiento de sistemas de alerta temprana son esenciales para garantizar que se materializan los beneficios de un desarrollo informado sobre el riesgo.

6. Reforzar los esfuerzos de reducción del riesgo climático y de catástrofes en entornos frágiles y afectados por conflictos.

La creciente presión sobre los recursos naturales y financieros exacerba las tensiones a escala local y mundial, y nuestros miembros señalan que este fenómeno es especialmente grave en las zonas frágiles y afectadas por conflictos. Por ello, es cada vez más necesario garantizar que una mayor proporción de la financiación para el clima se canalice hacia estos entornos. Esto incluye eliminar las barreras de acceso, adaptar los mecanismos de financiación en consecuencia y, lo que es más importante, garantizar que toda la financiación nueva y existente para la adaptación y la mitigación tenga en cuenta los conflictos, especialmente en las zonas frágiles. Reforzar los esfuerzos de reducción del riesgo climático y de catástrofes en zonas frágiles y afectadas por conflictos no sólo es esencial para la adaptación al cambio climático, sino también un elemento crítico para la paz y la estabilidad mundiales. 

7. Poner en funcionamiento un Fondo de Pérdidas y Daños que responda a las necesidades de los afectados por el cambio climático y las catástrofes.

A medida que se intensifican las amenazas climáticas, dar prioridad a una financiación sustancial, oportuna y accesible para apoyar a los más vulnerables al cambio climático es más que un deber moral: es un imperativo existencial. El Fondo L&D y los acuerdos de financiación adoptados en Sharm El Sheikh son vitales para este proceso y deben ponerse en marcha de inmediato. Los miembros de GNDR reclaman medidas inmediatas para hacer frente a la magnitud de la financiación de L&D, incluyendo compromisos de financiación climática nueva y adicional para las necesidades de rehabilitación y reconstrucción de las comunidades afectadas, con el fin de garantizar que las comunidades estén equipadas con las herramientas necesarias para aumentar su resiliencia frente a futuros riesgos. Esto incluye: un fondo independiente; apoyo financiero oportuno, flexible, predecible y plurianual tanto para impactos rápidos como lentos; acceso inclusivo y equitativo a la financiación de L&D (especialmente en el sur global); compromiso y responsabilidad de los contaminadores históricos para proporcionar financiación basada en subvenciones que sea nueva y adicional a la AOD existente. Los esfuerzos deben dirigirse tanto al T+D económico como al no económico. Mientras tanto, GNDR se enorgullece de apoyar la candidatura conjunta de UNDRR/UNOPS para acoger la Red de Santiago para el TLD. 

8. Preservar y restaurar los ecosistemas y la biodiversidad como recursos para reducir las catástrofes y limitar el impacto de las crisis.

Nuestros ecosistemas naturales son cruciales para absorber las emisiones de carbono, regular los patrones climáticos y proporcionar recursos vitales. La resiliencia frente a los desastres inducidos por el clima, especialmente en el contexto de la construcción y el mantenimiento de infraestructuras resilientes que adopten soluciones basadas en la naturaleza y enfoques híbridos, es vital para que los países se adapten y se recuperen de los peligros sin comprometer las perspectivas de desarrollo a largo plazo. Por ello, pedimos que se refuercen los marcos jurídicos y las políticas que protegen los ecosistemas y la biodiversidad y garantizan la conservación y restauración como parte integrante de las estrategias de mitigación y adaptación. Con mucho que aprender de las prácticas existentes a nivel local, es más importante que nunca invertir y ampliar los enfoques basados en la naturaleza que evitan y mitigan los fenómenos extremos al tiempo que minimizan su impacto.

Descargue la llamada a la acción en PDF:

Para más información sobre este llamamiento a la acción, póngase en contacto con nuestro responsable de políticas, Andrew Knight, en andrew.knight@gndr.org, o con Adessou Kossivi, responsable de la región de África y del clima, en adessou.kossivi@gndr.org.

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