DESPLAZAMIENTO FORZADO

Conclusiones y caminos a seguir

Los sistemas urbanos, ya sometidos a presión, y los mecanismos de gobernanza no incluyen las prioridades y perspectivas de las personas con mayor riesgo de desplazamiento.

Esto debilita la resistencia de los desplazados y de las estructuras urbanas en las que confían. La dependencia de las estructuras informales y de los asentamientos propensos a los peligros significa que no se están logrando soluciones duraderas.

Los desplazados se ven empujados a los bordes de las ciudades, viven literalmente en primera línea de los peligros y sus efectos se traducen en más pérdidas por catástrofes, que a menudo superan a otras. No sólo corren el riesgo de perder sus bienes, sino que es cada vez más probable que vuelvan a ser desplazados a un nuevo lugar. El ciclo de vulnerabilidad continúa. 

Las siguientes conclusiones se han extraído de la reflexión sobre los principales resultados y orientarán a los miembros de GNDR a seguir fortaleciendo la resiliencia de las poblaciones desplazadas en las zonas urbanas. 

Hay que buscar enfoques coherentes de soluciones duraderas para los desplazados urbanos

La mejora de la coherencia implica la integración de los procesos y las acciones para hacer frente al riesgo de desplazamiento, antes de que se produzca, mientras la gente se desplaza y la respuesta después del acontecimiento que causó el desplazamiento. El enfoque también tendría en cuenta la coherencia en materia de catástrofes, conflictos, cambio climático y desarrollo sostenible para aumentar la eficiencia, la eficacia y la consecución de los objetivos comunes y respectivos. 

Además, las directrices del UNDRR destacan las áreas interconectadas que son transversales a las políticas nacionales y que deben ser consideradas cuando se aborda el desplazamiento dentro de contextos nacionales específicos. Estos incluyen, pero no se limitan a, la vivienda, el bienestar social, la educación, la salud, los derechos a la tierra, el empleo y la identificación/estatus. 

Unos enfoques más coherentes supondrían quizás soluciones más localizadas, informadas sobre el riesgo y, por tanto, duraderas, lo que permitiría abordar varias de las conclusiones realizadas. Es necesario considerar la posibilidad de garantizar la coherencia y la claridad en la respuesta de los gobiernos locales y las OSC al desplazamiento en su contexto, que se basa en la realidad de la amenaza percibida por la persona desplazada y no en la percepción del gobierno local o de las propias OSC.

Reconocer el papel fundamental de las OSC en la convocatoria de las partes interesadas locales como parte del fortalecimiento de la colaboración entre todas las partes interesadas

Las partes interesadas en el desplazamiento forzado incluyen a las personas desplazadas, las comunidades de acogida, los grupos de la sociedad civil, los gobiernos locales y nacionales (en diferentes departamentos/ministerios), las organizaciones de la sociedad civil, la ONU, las ONG internacionales y el sector privado y otras partes interesadas. 

La colaboración entre las partes interesadas es posible y la participación de los desplazados no es imposible ni supone un riesgo. Aunque en las conclusiones se han mencionado las diferencias de opinión entre los grupos de interesados, los factores que facilitan la inclusión son una parte fundamental de la exploración del entorno político propicio. El deseo de cohesión social (12%) es un indicio de que estar conectado con los que les rodean es un paso crucial hacia la inclusión política. Existe un sentimiento de oportunidad y espacio para el papel crítico de las OSC en la facilitación de la conexión entre los más expuestos y los responsables de las políticas y las prácticas. 

Sin embargo, será esencial que todas las partes interesadas conozcan sus funciones y la forma en que pueden cumplir eficazmente con sus responsabilidades. Más allá de las personas desplazadas, esto debería incluir también a los miembros de la comunidad de acogida para que todos puedan formar parte del desarrollo de soluciones duraderas. Las partes interesadas que convoquen la participación de los actores locales (ya sean desplazados o miembros de la comunidad de acogida) deben tomarse el tiempo necesario para garantizar la comprensión de las perspectivas locales.

Los desplazamientos prolongados deben ser sustituidos por "soluciones duraderas".

Las soluciones duraderas se encuentran cuando "las personas dejan de tener necesidades específicas de asistencia y protección vinculadas a su desplazamiento y pueden disfrutar de sus derechos humanos sin ser discriminadas a causa de su desplazamiento". La constatación de que las comunidades desplazadas en las zonas urbanas siguen viéndose afectadas por los desastres y la pobreza pone de manifiesto que no se está dando prioridad a las soluciones duraderas. 

Como demuestran claramente las conclusiones, las soluciones duraderas deben tener en cuenta los riesgos económicos a largo plazo, así como la mitigación de los peligros. Es necesario considerar múltiples factores de riesgo desde la perspectiva de los más expuestos. El llamamiento a las soluciones duraderas debe ser contextualizado y ampliado a las personas en riesgo de desplazamiento, no sólo a las que ya están desplazadas. Dada la duración de los desplazamientos prolongados, es esencial centrarse en la mitigación, no sólo en la adaptación, para que el número de personas en riesgo de desplazamiento comience a disminuir y, en consecuencia, también el número de desplazados. 

Apoyar una financiación eficaz que aborde la preparación y la mitigación, así como la respuesta y la adaptación

Aunque las conclusiones quizá no sean nuevas, su validez radica en el hecho de que proceden de la perspectiva de los desplazados más expuestos. Resulta preocupante que, a pesar de que los actores debaten desde hace años sobre cuestiones similares, éstas sigan estando al frente y en el centro de las perspectivas de quienes las han compartido, tanto si llevan menos de un año como más de veinte desplazados. 

Está claro que es necesario un cambio de acción que se financie eficazmente y que aborde la preparación y la mitigación, así como la respuesta y la adaptación. Además, se sugiere una recomendación de que se hagan más pruebas (basadas en datos) a la hora de abordar el riesgo, para ser más específicos en la definición contextual de "soluciones duraderas", o al menos utilizar el término junto con objetivos procesables.

En lugar de analizar por qué alguien ha sido desplazado como un problema o desafío específico, la sociedad civil debe supervisar los datos de riesgo que indican que podrían producirse desplazamientos masivos o los peligros actuales que deben abordarse para detener nuevos desplazamientos y la vulnerabilidad permanente. La sociedad civil también tiene que involucrar a las poblaciones desplazadas en este proceso, con un proceso de buena gobernanza para que se priorice la resiliencia de la población desplazada y, de hecho, los que están en mayor riesgo sean capaces de liderar su propio desarrollo. Este enfoque de toda la sociedad debe reforzarse e integrarse en las políticas locales y nacionales.

Incluir de forma significativa a los desplazados en el entorno político que les afecta

Al considerar el problema de la falta de inclusión existe, entre algunas poblaciones desplazadas, la voluntad o el deseo de relacionarse más con las autoridades responsables de ellas. Esta puede ser la base de cualquier incidencia para abordar la cuestión de un mejor entorno político: la perspectiva de la voluntad de cambio, evidenciada por las partes interesadas que participan en este proceso, puede destacarse como una forma de fortalecer las relaciones necesarias para realizar el cambio. 

Otras soluciones, aportadas por los desplazados, son el acceso a la información (14%), la sensibilización relacionada con la mitigación de los riesgos a los que se enfrentan (12%) y la creación de cohesión social (12%). 

Sin embargo, dada la preocupación suscitada en torno a los grupos vulnerables más desconectados del entorno político que otros -en concreto, las mujeres-, es necesario hacer más para comprender su perspectiva y fortalecer su agencia. Se ha recomendado diseñar mensajes clave sobre el desplazamiento centrados en las mujeres y las niñas para hacer más visibles las cuestiones de género y de inclusión social. 

Influir en la política internacional con las conclusiones de este documento

Los gobiernos de todo el mundo se han comprometido a no dejar a nadie atrás en su intento de alcanzar los objetivos globales de las agendas de desarrollo. Comprometiéndose con un manifiesto sobre la migración, han destacado su "papel fundamental en la construcción de sociedades inclusivas y pluralistas, no sólo catalizando el diálogo, sino también garantizando el acceso a los servicios básicos y fomentando políticas que hagan que los recién llegados sean bienvenidos". 

Existen múltiples políticas relacionadas con el desplazamiento. El pacto mundial para la migración es el primer acuerdo intergubernamental negociado, preparado por las Naciones Unidas para abarcar todas las dimensiones de la migración internacional de forma holística y completa. Busca una migración segura, ordenada y regular con un mandato que abarca muchos objetivos, entre ellos

  • Mitigar los factores adversos y estructurales que impiden a las personas crear y mantener medios de vida sostenibles en sus países de origen
  • Reducir los riesgos y vulnerabilidades a los que se enfrentan los migrantes en las diferentes etapas de la migración, respetando, protegiendo y cumpliendo los derechos humanos y proporcionándoles atención y asistencia
  • Esforzarse por crear condiciones propicias que permitan a todos los migrantes enriquecer nuestras sociedades con sus capacidades humanas, económicas y sociales, y facilitar así su contribución al desarrollo sostenible a nivel local, nacional, regional y mundial

Otras políticas, como el Marco de Adaptación de Cancún, la Iniciativa Nansen, el Mecanismo Internacional de Varsovia para Pérdidas y Daños y el Marco de Sendai, pueden utilizarse para incidir positivamente en los retos del desplazamiento.

Sin embargo, de los resultados se desprende que las políticas y los compromisos internacionales y nacionales no se están aplicando con éxito a nivel local. Los miembros de GNDR seguirán utilizando las conclusiones de la investigación sobre el desplazamiento forzado para lograr un cambio positivo. 

Caminos a seguir

  • Formar un grupo de múltiples partes interesadas para establecer una posición de la red sobre los desplazamientos forzados
  • Defender, junto con los miembros y las comunidades más expuestas, los problemas y desafíos relacionados con el desplazamiento forzado a nivel local, nacional e internacional
  • Seguir explorando las formas en que las técnicas de cartografía pueden poner de relieve los retos y apoyar soluciones duraderas y basadas en el riesgo
  • Considerar la posibilidad de ampliar el proceso de recopilación de datos que incluya las perspectivas de las personas más expuestas, y de incluir a las comunidades en riesgo de desplazamiento, así como a las ya desplazadas.
  • Seguir aprendiendo formas de incluir a las mujeres desplazadas y otros grupos marginados en el entorno político

Créditos

Foto (arriba y centro): Sabiha Khatoon recoge agua limpia de una bomba instalada en su pueblo, en la provincia pakistaní de Sindh, por la ONG Concern. Crédito Vicki Francis/DFID - Departamento de Desarrollo Internacional.

Foto (arriba): Un campo de desplazados internos para ezidíes de la región de Sinjar (Shingal), tras ser desplazados por el Estado Islámico, Irak. Crédito: Levi Meir Clancy en Unsplash.

Proyecto financiado por

Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

Nuestro proyecto Hacer más seguro el desplazamiento proyecto es posible gracias al apoyo del pueblo estadounidense a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) - Oficina de Asistencia Humanitaria. El contenido relacionado con este proyecto en nuestro sitio web ha sido posible gracias al apoyo de la USAID. Todo el contenido es responsabilidad exclusiva de GNDR y no refleja necesariamente las opiniones de la USAID.

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