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Miembro destacado de GNDR: PREDES

Por GNDR
26 de marzo de 2025

Miembros destacados

PREDES es una ONG peruana sin ánimo de lucro creada en 1983. Su misión es ayudar a reducir la vulnerabilidad y los riesgos de desastre en todo el país. PREDES promueve la gestión del riesgo de desastres como una mentalidad permanente y una herramienta clave para lograr el desarrollo sostenible. PREDES, miembro de GNDR desde hace mucho tiempo, ha trabajado para aumentar la resiliencia de las comunidades a través de nuestro proyectoVisión de Primera Línea 2019. Aquí, lideraron el proceso de desarrollo de un Comité Comunitario sobre emergencias y desastres en Ccatcaa. 

Hablamos con Juvenal Medina, Presidente del Consejo Directivo de PREDES, para conocer mejor su importante labor en Perú. Juvenal es Ingeniero Geólogo especializado en gestión de riesgo de desastres. También formó parte del Consejo Directivo (2022-2024) del Capítulo de Ingeniería Geológica del Colegio de Ingenieros del Perú, Consejo Departamental de Lima, y es miembro de la Comisión de Gestión de Riesgo de Desastres a nivel departamental y nacional dentro de la misma institución.

¿Podría presentarnos a PREDES y a las comunidades a las que sirve?

El Centro de Estudios y Prevención de Desastres (PREDES) es una organización de la sociedad civil fundada en 1983. Nacimos como respuesta a las emergencias y desastres que vivió Perú durante el fenómeno de El Niño de 1982-83, que provocó inundaciones, deslizamientos y derrumbes. Este evento impactó severamente al país, resultando en pérdidas económicas que superaron los mil millones de dólares. Reconociendo la alta vulnerabilidad de la población y el riesgo de futuros desastres, se hizo evidente la necesidad de reducir su impacto. Así, se fundó PREDES con un propósito claro: fortalecer a las comunidades vulnerables y fomentar una sociedad resiliente.

Desde nuestros inicios, nos hemos comprometido a fortalecer a las comunidades vulnerables rescatando y revalorizando los conocimientos locales y ancestrales e integrando al mismo tiempo los avances científicos y tecnológicos. El impacto de nuestros proyectos -financiados a través de fuentes internacionales e internas- está trascendiendo fronteras.

Perú se enfrenta a un conjunto único de riesgos de desastre. Cómo adapta PREDES su enfoque de la reducción del riesgo de desastres a las realidades geográficas, sociales y económicas específicas del país?

Perú es un país de contrastes, no sólo por su geografía, clima, cultura y biodiversidad, sino también por los retos a los que se enfrenta. Situado en la parte central y occidental de Sudamérica, junto al océano Pacífico, se encuentra dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, una región de gran actividad sísmica. El 83% de la población de Perú es urbana y la mayoría vive en zonas muy expuestas al riesgo de catástrofes, lo que pone en peligro millones de vidas, viviendas, infraestructuras y medios de subsistencia.

Nuestro trabajo se basa en un profundo conocimiento de la realidad peruana y de los diversos escenarios de riesgo. Entendemos dónde ocurren los desastres y adaptamos nuestras intervenciones en consecuencia. Nos centramos en la prevención de desastres, la reducción de riesgos y la adaptación al cambio climático, junto con la preparación, la respuesta y la asistencia humanitaria en tiempos de desastre. Esto se lleva a cabo en estrecha colaboración con las comunidades, las organizaciones de base, los gobiernos locales y regionales y las entidades nacionales del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD).

El éxito de nuestros proyectos radica en la participación activa de la población local desde el principio y en la integración de los conocimientos locales y ancestrales con la experiencia científica y técnica.

PREDES Boca de sapo

¿Podría hablarnos de un proyecto concreto del que PREDES se sienta especialmente orgulloso? ¿Cuáles fueron sus principales objetivos, actividades y resultados?

A lo largo de nuestros 42 años representando a la sociedad civil, hemos sido una institución pionera en la reducción del riesgo de desastres en Perú.

Un importante proyecto inicial que sentó las bases para el trabajo de PREDES en la década de 1990 fue el Proyecto Integral y Experimental del Valle del Rímac (PIEVAR). Este proyecto se destacó por su enfoque social en la comprensión del riesgo de desastres y su estrategia de gestión integral del riesgo, que adoptó un enfoque intersectorial y multidisciplinario y se basó en la participación de las poblaciones vulnerables y la comunidad organizada.

Otros proyectos igualmente significativos en la historia de PREDES son los desarrollados en Cusco sobre adaptación al cambio climático, uno de los cuales fue el Proyecto Kawsaypacha: Adaptación de las Comunidades Andinas al Cambio Climático.

Se implementó en la cuenca Huarahuaramayo, que comprende las comunidades de Huarahuara, Lloqueta, Culli y Coñamuro, en los distritos de Ccatca y Urcos, provincia de Quispicanchis, Región Cusco. Es la microcuenca más seca de la provincia y sufre de amenazas recurrentes como granizadas, heladas, fuertes vientos, entre otros.

Financiado por Pan para el Mundo, el proyecto pretendía reforzar las capacidades de adaptación y resiliencia en respuesta a los riesgos relacionados con el cambio climático. Un objetivo clave era recuperar los conocimientos ancestrales y promover medidas de adaptación al cambio climático para mejorar la gestión sostenible de los recursos naturales y los medios de vida.

Trabajamos con familias, líderes comunitarios, organizaciones, gobiernos locales y regionales y organismos gubernamentales nacionales. Entre los éxitos del proyecto, formamos a 288 líderes comunitarios y ayudamos a desarrollar seis planes de contingencia para lluvias torrenciales, bajas temperaturas e incendios forestales. Se plantaron casi 25.000 plantones de árboles autóctonos y, para apoyar la recuperación de los pastizales naturales, cercamos 72 hectáreas con mallas para el ganado.

PREDES trabaja en un país con ecosistemas diversos, desde la costa hasta los Andes. Cómo integra las consideraciones medioambientales y la adaptación al cambio climático en sus estrategias de reducción del riesgo de catástrofes?

A la hora de desarrollar nuestros proyectos tenemos muy en cuenta las diferentes características del territorio, incluidos los aspectos físico-ambientales, los ecosistemas, así como las características socioeconómicas y culturales de la población y las condiciones de vulnerabilidad que configuran los escenarios de riesgo de catástrofe en el territorio.

La base esencial del trabajo de PREDES es un profundo conocimiento de la realidad local, reconociendo la importante diversidad geológica y climatológica del país. Esta diversidad conforma la amplia gama de fenómenos naturales, así como las condiciones socioeconómicas y culturales que influyen en los escenarios de riesgo de desastres y en los impactos del cambio climático.

Ayudamos a construir comunidades más resilientes integrando actividades de gestión del riesgo de desastres (GRD) y de adaptación al cambio climático (ACC). Este proceso comienza con la identificación de las amenazas relacionadas con el clima, la realización de análisis de vulnerabilidad y la determinación de medidas de reducción del riesgo de desastres, primeros pasos fundamentales para la adaptación al cambio climático en las comunidades altoandinas.

También hemos adoptado un enfoque de economía circular, utilizando residuos agrícolas biodegradables para producir compost para abonos y piensos.

Del mismo modo, promovemos la reutilización de las aguas residuales para optimizar los recursos de agua, suelo y vegetación, al tiempo que salvaguardamos el entorno natural y preservamos los recursos naturales gestionados por las propias comunidades.

¿Cómo trabaja PREDES con las comunidades locales para aumentar su resiliencia ante las catástrofes? ¿Qué papel desempeñan los conocimientos y la participación locales en su planteamiento?

Promovemos el fortalecimiento de la organización comunitaria y el desarrollo de capacidades con el objetivo de aumentar el conocimiento sobre las amenazas, las condiciones de vulnerabilidad y el riesgo de desastres en las comunidades. Esto incluye el desarrollo de las capacidades de los líderes y residentes de las comunidades priorizadas para que puedan aplicar estrategias de reducción de la vulnerabilidad, promover la creación de planes de emergencia familiares y comunitarios, y mejorar la capacidad de respuesta de la población ante emergencias y desastres mediante el conocimiento de las herramientas de gestión del riesgo de desastres.

El proceso comienza por entablar un diálogo con los líderes locales para entender los retos de su territorio y cómo las amenazas relacionadas con el clima afectan a sus medios de vida. A partir de ahí, se explica la importancia de la gestión de riesgos. A continuación se lleva a cabo un proceso de capacitación en el que los talleres reúnen los conocimientos locales existentes y los complementan con conocimientos técnicos y científicos. Utilizando diversas metodologías participativas, la comunidad analiza los impactos pasados, identificándolos y caracterizándolos para explorar colectivamente estrategias de reducción de riesgos.

A partir de los escenarios de riesgo elaborados por especialistas, se formula el Plan Comunitario de Emergencia en colaboración con la población, reforzando la organización vecinal y formando brigadistas comunitarios.

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