1. Evaluación del impacto del desarrollo
Una evaluación del impacto del desarrollo abarca las repercusiones medioambientales, sociales y económicas.
En concreto, examina las repercusiones de las actividades de desarrollo (por ejemplo, los megaproyectos y la transformación del suelo mediante la urbanización).
La construcción de presas, la minería, las voladuras, las autopistas y las redes de transporte son ejemplos de megaproyectos que pueden causar daños ambientales, sociales y económicos considerables -y muchas veces irreversibles- a las comunidades y los paisajes.
Llevar a cabo una evaluación del impacto medioambiental, social y económico en el área local con respecto a todas las posibles intervenciones de desarrollo, incluidos los megaproyectos.
En los casos en los que ya se disponga de estudios de evaluación de impacto específicos del proyecto, las organizaciones de la sociedad civil pueden apoyar a los miembros de la comunidad para que compartan las conclusiones de estos estudios con el objetivo de examinar la relevancia de los mismos para la comunidad.
Realizar un ejercicio para concienciar a los miembros de la comunidad sobre el impacto global del desarrollo, los factores de riesgo y los factores de riesgo asociados a diversos peligros físicos y no físicos.
Colaborar con los expertos locales (por ejemplo, los expertos en EIA y SIA y los consultores medioambientales) y las autoridades de desarrollo (por ejemplo, los organismos gubernamentales locales).