Las catástrofes pueden echar por tierra décadas de progreso en materia de desarrollo en cuestión de segundos. Ya sean provocados por conflictos, el cambio climático u otras causas, suponen una grave amenaza para los logros de desarrollo que tanto ha costado conseguir. Estos sucesos afectan de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables, provocando importantes pérdidas y retrocesos financieros, medioambientales y sociales.
La solución es la reducción de riesgos. Invertir en la reducción del riesgo de desastres (RRD) no es sólo una estrategia práctica y rentable para mitigar el impacto de los desastres, sino también un imperativo moral para proteger vidas, preservar los logros del desarrollo y fomentar sociedades sostenibles y resilientes. Los beneficios de la RRD van más allá de la preparación y la recuperación ante los desastres, pues repercuten en objetivos de desarrollo más amplios y garantizan un futuro más seguro y sostenible para las comunidades de todo el mundo. Al invertir en preparación, sistemas de alerta temprana e infraestructuras resistentes a los desastres, se pueden minimizar las pérdidas financieras, sociales, culturales y medioambientales causadas por los desastres.
Reforzar los esfuerzos de reducción de riesgos, la preparación y el aumento de la resiliencia requiere un enfoque que abarque a toda la sociedad. El Mecanismo de Participación de las Partes Interesadas (SEM) del UNDRR promueve una estrategia centrada en la prevención que pretende proteger a todas las personas de los riesgos existentes y emergentes. Basándose en las recomendaciones del examen de mitad de período del Marco de Sendai, hace hincapié en la participación e inclusión cruciales de todos los sectores de la sociedad en la reducción del riesgo de desastres, destacando el papel fundamental de las comunidades y las organizaciones de la sociedad civil.
Estos mensajes clave sobre la reducción del riesgo de desastres son elaborados conjuntamente por miembros de la SEM de todo el mundo. La SEM ofrece a todos los actores no estatales la oportunidad de participar en el seguimiento y la aplicación del Marco de Sendai. Queremos asegurarnos de que la consecución de la agenda común esté conectada con las prioridades del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres.
1. Integrar los esfuerzos y las iniciativas de reducción del riesgo de catástrofes en la planificación y los procesos del Pacto de Futuro, garantizando que se integren y se reflejen en los resultados.
El cambio climático y la mayor exposición a los peligros están amplificando el impacto global de las catástrofes. Todas las naciones deben dar prioridad a la concienciación sobre la evolución de los riesgos de catástrofe. Instamos a los cofacilitadores a integrar rápidamente la reducción del riesgo de catástrofes en el Pacto de Futuro a todos los niveles. Es crucial hacer hincapié en un enfoque global y centrado en las personas. Las políticas de reducción del riesgo de catástrofes deben ser inclusivas, accesibles y abordar múltiples peligros y sectores para maximizar su eficacia.
2. Aumentar la asignación de recursos financieros a nivel local
Un apoyo financiero insuficiente supone un obstáculo para el desarrollo y la aplicación de medidas eficaces de RRD, lo que se traduce en comunidades vulnerables. Para colmar esta laguna, abogamos por una mayor financiación pública destinada a potenciar y reforzar la resiliencia y la adaptación al cambio climático. Es imperativo garantizar que una financiación pública internacional y nacional sustancial y sostenida, administrada a través de mecanismos bien gobernados como el Fondo de Pérdidas y Daños, beneficie directamente a las comunidades más vulnerables, especialmente a las de los países de ingresos bajos y medios.
3. Mejorar el compromiso significativo de todos los grupos de interés para lograr nuestra agenda común.
Reconocemos el papel crucial de todas las partes interesadas a la hora de dar forma e implementar iniciativas globales, reafirmando el compromiso de la ONU de colaborar con los nueve grupos principales y otras partes interesadas reconocidas por la Asamblea General de la ONU. Hacemos hincapié en un enfoque que abarque a toda la sociedad y en el compromiso significativo de todas las partes interesadas, garantizando la igualdad y evitando el refuerzo de las normas sociales individualistas que favorecen a aquellos con mayor poder y recursos. Es necesario prestar apoyo a las comunidades vulnerables y mejorar el compromiso de las comunidades locales.
4. Reforzar la coordinación y la coherencia entre los marcos mundiales para alcanzar nuestros objetivos comunes de un futuro sostenible para todos.
Para aplicar eficazmente los marcos intergubernamentales de la Agenda 2030, es crucial generar coherencia entre estos marcos. Las prácticas locales ya demuestran esta interrelación, lo que pone de relieve la necesidad de que los marcos políticos mundiales se alineen en consecuencia. Esta integración minimizará la duplicación de esfuerzos y maximizará el uso eficiente de unos recursos limitados. Además, hacemos hincapié en la importancia de mejorar la coordinación y la coherencia mediante la integración de la reducción del riesgo de desastres (RRD) con el desarrollo a través de un enfoque basado en el riesgo, y con el cambio climático, centrándose en la adaptación y abordando las pérdidas y los daños.
5. Promover la ciencia, la tecnología, la innovación y la cooperación digital para la alerta temprana y la reducción de riesgos
La ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) influyen considerablemente en las estrategias de mitigación de catástrofes. El avance continuo de la CTI en el desarrollo de sistemas de alerta temprana y una gestión eficaz de las catástrofes es crucial para reducir las pérdidas y los daños de las catástrofes. Abogamos por la mejora continua de los sistemas de alerta temprana para reducir el número de muertes por cada 100.000 habitantes. Las políticas deben guiar la creación y difusión responsable de datos y conocimientos para apoyar la cooperación digital y evitar la desinformación. Nuestro objetivo es fomentar un entorno digital inclusivo en el que la tecnología esté en consonancia con los ODS y defienda los derechos humanos. Reconocer la importancia del conocimiento local e indígena en el ámbito de la CTI es crucial, ya que históricamente ha contribuido a crear comunidades sostenibles y resilientes.
6. Fortalecer y promover acciones anticipatorias para evitar la pérdida evitable de vidas, medios de subsistencia, recursos y avances en el desarrollo.
En nuestro mundo actual, en el que el 98% de la financiación para catástrofes se asigna después de que se produzca un peligro, es imperativo tomar medidas proactivas para evitar que los peligros se conviertan en catástrofes. La Acción Anticipatoria conecta sistemáticamente las alertas tempranas con medidas proactivas destinadas a proteger a las comunidades y sus bienes antes de que se produzca una catástrofe. Actuar antes de que se produzca una catástrofe puede salvar vidas y medios de subsistencia, mejorar la seguridad alimentaria, aumentar la resiliencia ante futuras perturbaciones y aliviar la presión sobre los recursos humanitarios. Para tener éxito, las acciones eficaces deben ser impulsadas localmente. Sin embargo, la comunidad internacional también tiene un papel fundamental a la hora de prevenir retrocesos en el desarrollo ante amenazas y catástrofes inminentes.
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