Conclusiones y recomendaciones

El proyecto Making Displacement Safer tenía un enfoque comunitario y pretendía poner en primer plano las necesidades de las poblaciones desplazadas.

Las intervenciones locales se llevaron a cabo en 11 países, y cada una de ellas estuvo dirigida por una organización miembro de GNDR ya activa en ese contexto urbano. Con el fin de garantizar que la ejecución local abordara las necesidades más acuciantes de las comunidades, cada organización ejecutora realizó una encuesta para conocer las amenazas, consecuencias, acciones y barreras de las poblaciones desplazadas en las zonas urbanas. Para ello, utilizaron la herramienta GNDR Puntos de vista desde la primera línea (VFL) para llevar a cabo entrevistas con poblaciones desplazadas, representantes gubernamentales y otras partes interesadas influyentes de la sociedad civil.

Una vez identificados los retos más acuciantes, los ejecutores del proyecto llevaron a cabo un mapeo de las partes interesadas e invitaron a los actores relevantes a participar en su utilización del enfoque del laboratorio de vida urbana (ULL, por sus siglas en inglés) para estudiar soluciones innovadoras. Este enfoque reunió a las poblaciones desplazadas, las comunidades que las acogen y las partes interesadas del sector privado, la sociedad civil y el gobierno para crear y planificar conjuntamente iniciativas sostenibles. El éxito del enfoque ULL se basó en la participación de las personas desplazadas en la toma de decisiones sobre el desarrollo, la ejecución y la presupuestación de las iniciativas. Esto significa que, en lugar de hablar en lugar de la comunidad y en su nombre, ULL promueve la colaboración activa y la toma de decisiones con las comunidades. El enfoque genera confianza, sostenibilidad y capital social a través de este codiseño. 

La metodología de la VPL y el enfoque ULL se complementaron con el mapeo de las partes interesadas, el mapeo de peligros, el análisis de políticas, entrevistas individuales y discusiones de grupos focales con personas desplazadas.

Conclusiones y recomendaciones

Los resultados de los procesos participativos del MDS revelaron que la inmensa mayoría de los desplazados siguen siendo vulnerables a las catástrofes y los conflictos años después del desplazamiento inicial. Además, corren un alto riesgo de entrar en una situación de inseguridad económica, o de permanecer en ella, una vez que se han visto obligados a abandonar sus hogares. Por lo general, la respuesta de los actores humanitarios y los gobiernos locales a los desplazamientos es a corto plazo y se centra en amenazas concretas, y puede que no reconozca específicamente las necesidades de la población desplazada. 

Las recomendaciones de los enfoques participativos se incluyen en el Informe Global sobre Desplazamiento Forzado de GNDR. Las siguientes recomendaciones clave pretenden informar a los gobiernos, las OSC y otras partes interesadas que trabajan con las poblaciones desplazadas y abogan por ellas:

1. Buscar planteamientos coherentes 

Trabajar para integrar procesos y acciones que aborden el cambio climático, el desarrollo sostenible y el riesgo de desplazamiento para aumentar la eficiencia y la eficacia al tiempo que se alcanzan objetivos comunes. 

2. Reforzar la colaboración

Las OSC desempeñan un papel importante en el fortalecimiento de la colaboración entre las partes interesadas. La inclusión es un aspecto clave de un entorno político propicio. 

3. Buscar soluciones duraderas

Dar prioridad al tratamiento de los riesgos económicos y a la mitigación de los peligros -teniendo en cuenta futuros desplazamientos- para reducir el número de personas en situación de desplazamiento prolongado.

4. Apoyar una gobernanza eficaz 

Utilizar un enfoque de toda la sociedad y basado en datos para reducir el riesgo de desplazamiento y minimizar la vulnerabilidad. Cuando sea posible, la sociedad civil debe supervisar los datos sobre el riesgo de desplazamiento para detener futuros desplazamientos e implicar a las personas desplazadas, al tiempo que apoya una financiación eficaz para la preparación, la mitigación, la respuesta y la adaptación.

5. Garantizar la inclusión en la toma de decisiones

Es necesario comprender la perspectiva de las distintas poblaciones y reforzar su capacidad de contribuir a la toma de decisiones.