HLPF 2020: recomendaciones políticas a los gobiernos

Pedimos a los gobiernos que sitúen la resiliencia local en lo más alto de la agenda política

El Foro Político de Alto Nivel para el Desarrollo Sostenible (HLPF) es la principal plataforma de las Naciones Unidas para revisar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. GNDR comunicará sus recomendaciones políticas a través de los eventos paralelos oficiales del HLPF, los eventos especiales, los laboratorios VNR, las sesiones de aprendizaje y a través de nuestros canales en línea durante todo el foro.

El Foro Político de Alto Nivel, que tendrá lugar del 7 al 16 de julio, será una oportunidad crucial para debatir la situación de los ODS a la luz del impacto de la pandemia del Covid-19. Los participantes reflexionarán sobre cómo la comunidad internacional puede responder a la pandemia de manera que nos ponga de nuevo en el camino para alcanzar los objetivos y acelerar el progreso durante la década de acción y ejecución para el desarrollo sostenible.

Nuestras recomendaciones:

1. Colocar la resiliencia de las comunidades más expuestas en el primer lugar de la agenda política y crear coherencia en las políticas y prácticas

Pedimos a los gobiernos que integren el riesgo en todos los sectores y niveles de la sociedad.

Los gobiernos nacionales deben trabajar para reforzar la comprensión de todos los aspectos del riesgo y reconocer que sin el desarrollo de la resiliencia no se alcanzarán los ODS.

Como estamos viendo durante esta pandemia de Covid-19, las catástrofes tienen un impacto desproporcionado en las comunidades que viven en la pobreza. El desarrollo sostenible sólo puede lograrse cuando se comprende plenamente el riesgo local. Los niveles de riesgo vienen determinados por las amenazas a las que se enfrentan las personas, su vulnerabilidad y sus capacidades.

Cuando el desarrollo no se basa en el riesgo, lejos de ofrecer progreso, este llamado "desarrollo" está creando riesgo, aumentando el riesgo existente y anulando cualquier ganancia potencial.

Los gobiernos tienen que asegurarse de que aplican los marcos globales con un enfoque coherente, para garantizar que el desarrollo se basa en el riesgo: a nivel local hay integración, a nivel nacional hay coordinación, a nivel internacional hay comunicación y alineación.

La pandemia muestra que el riesgo atraviesa las tres dimensiones del desarrollo sostenible, tal y como se recoge en la Agenda 2030: económica, social y medioambiental. Por lo tanto, las soluciones intersectoriales son esenciales para evitar nuevos efectos en cascada de este desastre.

Las evaluaciones de riesgo deben cartografiar la naturaleza polifacética del riesgo y tener en cuenta todas las amenazas y las causas subyacentes del riesgo que experimentan las comunidades: La OMS recomienda el análisis de riesgos y la cartografía de las poblaciones vulnerables como paso previo a la preparación y la respuesta.

Todos los actores del desarrollo deben iniciar un cambio estructural hacia un desarrollo basado en los riesgos, empezando por los planes de desarrollo nacionales y locales y las estrategias de RRD: deben garantizar la integración entre todos los sectores del gobierno y todos los niveles de la sociedad.

2. Un mayor énfasis en la participación de los actores locales y las comunidades más expuestas al riesgo en la toma de decisiones

Los gobiernos nacionales deben centrarse en el apoyo a la acción local como única forma de alcanzar los ODS para 2030.

Por ser los que más riesgo corren, los agentes locales deben poder participar, influir y tomar decisiones sobre políticas y prácticas de desarrollo basadas en el riesgo. Tienen un conocimiento y una experiencia fundamentales sobre las amenazas a las que se enfrentan y las acciones que ayudarían a reducir los riesgos existentes.

Apoyar las acciones locales significa potenciar la localización:

1. Fortalecimiento de las capacidades, los conocimientos y las aptitudes de las comunidades más amenazadas
2. Sistemas de gobernanza eficaces que delegan la autoridad y el presupuesto
3. Entorno político propicio a nivel nacional y mundial
4. Vinculación local con la nacional, pero también horizontal entre sectores
5. Transferencia de recursos financieros a los agentes locales

Covid-19 muestra que cada vez dependemos más de los actores locales para el desarrollo de la resiliencia, por lo que deberían tener una mayor representación en los foros de toma de decisiones.

En muchos países, los actores locales, como las OSC, han sido los primeros en responder a la pandemia de Covid-19, llegando a las comunidades donde el gobierno nacional a menudo no puede llegar. Se trata de grupos tradicionalmente excluidos del proceso de toma de decisiones y que no están capacitados para liderar eficazmente su propio desarrollo de resiliencia.

Esta mayor dependencia de los agentes locales debe traducirse en una mayor representación en los foros de coordinación y toma de decisiones.

3. Reconocer el papel de las organizaciones de la sociedad civil y asociarse con ellas

Es necesario transformar la forma en que la sociedad interactúa y poner mayor énfasis en los ciudadanos desproporcionadamente afectados por las catástrofes.

Tenemos que mejorar la colaboración y la solidaridad entre múltiples actores para que podamos trabajar juntos de forma eficaz en todos los países y continentes y construir un movimiento global para el cambio transformador. La pandemia actual hace que esto sea aún más urgente.

Las organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo están respondiendo a esta catástrofe sobre el terreno y acumulando un caudal de conocimientos que no hay que desaprovechar. Las redes de OSC pueden prestar apoyo a los gobiernos que quieran aprender de las comunidades más amenazadas y de las OSC locales e implicarlas en el proceso de recuperación.