Los miembros del Grupo Consultivo Regional de GNDR para el Norte de África y Asia Occidental han elaborado esta declaración en colaboración con la RAED, para expresar su profundo dolor, solidaridad y apoyo al pueblo del Líbano afectado por la explosión que sacudió el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020. La explosión mató al menos a 200 personas e hirió a unas 5.000, según la BBC. Creó una onda expansiva que dañó gravemente las carreteras y los edificios, destrozando cristales a lo largo de kilómetros. Unas 300.000 personas fueron desplazadas inmediatamente. Según las evaluaciones locales, hasta 500.000 personas podrían necesitar ayuda para cubrir necesidades inmediatas como alimentos, ropa y refugio.
Esta explosión llega en un momento difícil para el pueblo libanés. El país tiene la mayor concentración de refugiados del mundo (alrededor del 30% de la población), entre ellos 1,5 millones de sirios. Una crisis económica en curso ha provocado cortes de electricidad, falta de agua potable, una asistencia sanitaria pública limitada, una elevada tasa de desempleo y protestas. Además, la respuesta de Covid-19 está poniendo a prueba la capacidad de los hospitales para prestar servicios.
La crisis económica de Líbano está afectando a muchas personas del país, que vieron cómo sus ingresos se reducían 10 veces y todos sus ahorros se esfumaban. Ha provocado la desaparición de la clase media, y muchas familias no pueden proporcionar educación a sus hijos. Pedimos que la ayuda internacional para la recuperación se centre también en el apoyo a los niños y jóvenes, y a sus familias.
Desde el incidente, el gobierno libanés ha estado casi paralizado, con la dimisión del gabinete y profundas tensiones políticas. Al ejército libanés se le ha encomendado la responsabilidad de comunicar y coordinar a todos los actores que prestan ayuda: pedimos a las Naciones Unidas que contribuyan a estos esfuerzos, aportando conocimientos técnicos y apoyo a la coordinación del ejército libanés, además de ayudar a gestionar la recuperación.
Alabamos los esfuerzos de la comunidad internacional por apoyar al pueblo libanés para superar la situación actual. También reconocemos el trabajo esencial que están realizando las organizaciones de la sociedad civil para ayudar a la recuperación y apoyar a las comunidades más amenazadas. Es esencial que los planes de respuesta actualmente en marcha consideren la posibilidad de reconstruir mejor y tengan en cuenta las medidas preventivas para garantizar que las catástrofes no se repitan en el futuro. Las organizaciones de la sociedad civil han demostrado repetidamente su papel activo en el apoyo a los esfuerzos para reconstruir mejor.
Creemos que una mayor colaboración entre las OSC, un fuerte cambio hacia la localización y un enfoque en el desarrollo informado del riesgo son elementos clave para fortalecer la resiliencia de la comunidad ante los desastres. Como miembros de GNDR, apoyamos su estrategia global "Liderazgo local para un impacto global", que hace hincapié en estos tres elementos clave. Esperamos aprender las lecciones de los miembros y de otras OSC en el Líbano y compartirlas en la región y fuera de ella, para evitar que se repitan desastres similares.
Sr. Bijay Kumar
Director Ejecutivo, GNDR
Dr. Emad Adly
Coordinador General, RAED
RAED - La Red Árabe para el Medio Ambiente y el Desarrollo es una red regional árabe creada en 1990, compuesta por más de 300 OSC de 19 países que trabajan en el ámbito del medio ambiente, el desarrollo, el cambio climático, los productos químicos y la reducción del riesgo de desastres, etc. La RAED tiene un estatus de observador en la Liga de Estados Árabes, representando a las OSC árabes. Además, la RAED y muchos de sus miembros constituyen el centro de la región árabe en la GNDR.